Demos la bienvenida al mariano mes de agosto, donde celebraremos, como desde hace siglos, la Fiesta de la Asunción Gloriosa de la Virgen a los Cielos, la Fiesta de nuestra Madre de la Aurora.
Un nuevo 15 de agosto se acerca, donde tus hijos volverán a postrarse ante Tí, Reina de la mañana, para pedirte salud para todo tu pueblo, a Tí que eres bálsamo para el enfermo, alivio de nuestras penas, causa de nuestra alegría y Aurora de nuestras vidas.
"Al cielo vais, Señora,
y allá os reciben con alegre canto.
¡Oh quién pudiera ahora
asirse a vuestro manto
para subir con vos al monte santo!
De ángeles sois llevada
de quien servida sois desde la cuna,
y de estrellas coronada:
¡Tal Reina no habrá ninguna,
pues os calza los pies la blanca luna!
Volved los blancos ojos,
ave preciosa, pura, humilde y sin mancha,
a este valle de lágrimas,
que tales flores lleva,
y suspirando están los hijos de Eva.
Que, si con clara vista,
miráis las tristes almas desde el suelo,
con amor de Madre,
las subiréis Aurora bendita,
como piedra de imán, al cielo, al cielo."
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