
El escultor onubense, Abraham Ceada, presentó en el día de ayer, solemnidad de la Natividad de la Virgen y festividad de la Virgen de la Cinta, su última obra: una réplica de la imagen vicaria de la Virgen de la Cinta de 50 centímetros y ejecutada en madera de cedro que corrobora la proyección del autor.
Según ha explicado el propio escultor, tanto la imagen de la Virgen, como la del Niño, tienen ojos de cristal, al igual que sucede con las originales.
La decoración de las vestiduras, realizada con temple al huevo sobre oro de 23 ¾ quilates se debe al dorador Francisco Javier Gutiérrez.
La imagen tiene la impronta del Ceada, especialmente en la delicadeza de las formas, en la cuidada policromía o en los rasgos del Niño.
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