
El joven imaginero cordobés Alfonso Castellano Tamarit ha culminado su última dolorosa. Una imagen devocional de tamaño natural realizada en madera de cedro, en concreto la cabeza y las manos, mientras que el cuerpo está realizado en pino, para una colección privada de Cádiz capital concretamente para el Barrio del Pópulo, bajo la advocación de María Santísima de la Consolación.
La dolorosa, que desde este mismo lunes hasta el próximo domingo estará expuesta en la Iglesia de la Aurora de Fátima, ha sido ataviada por el vestidor cordobés Francisco Mira, utilizando para la histórica ocasión ropa y diadema cedidas por la Hermandad de las Penas de Santiago. Una bellísima imagen dotada del peculiar sello, personal e intransferible, del imaginero cordobés, en la que la dulzura matiza el dolor infinito de Madre y, al mismo tiempo, sirve de cauce divino para encontrar el Consuelo, que evoca su advocación, en estos momentos en los que la tribulación embarga el planeta entero.
Entre las muchas obras de Alfonso Castellanos se encuentran el Resucitado de la localidad cordobesa de Espejo, el misterio de la hermandad de la Columna de Baeza o las imágenes de la Virgen de las Lágrimas, San Juan y María Magdalena de la Hermandad de las Lágrimas de Úbeda. Para Córdoba realizó para la Hermandad del Descendimiento las imágenes de los Santos Varones, José de Arimatea y Nicodemo, que fueron bendecidas en 2010.
gentedepaz
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