
El imaginero sevillano ha reflejado en muchas de sus imágenes la tipología del hombre de la Síndone, unos rasgos que aparecen en crucificados como el Universitario de Córdoba, nazarenos como el del Cerro del Águila, yacentes o en imágenes como el Cristo del Amor de Écija en el que además se puede apreciar el fenómeno de la hematidrosis o sudor de sangre. Su llegada al pueblo se enmarca dentro de los actos del centenario del artista Francisco Maireles nacido en 1920 en Gilena.
El Cautivo estará colocado en una sala del Museo Arqueológico de la localidad hasta su presentación y bendición en septiembre. También resulta muy interesante su presentación. El Cristo viste una túnica de lino lavada en su color y se faja con una simple cinta, atavío inspirado en la película la Pasión de Mel Gibson.
También tendrá un manto pardo que en ocasiones le cubrirá la cabeza. El conjunto es sobresaliente.
No hay comentarios
Deje su Opinión...